El mundo de los detectives en la literatura es, sin duda, apasionante. Quien no ha deseado ser un personaje como Sherlock Holmes o Poirot o Miss Marple? Todos ellos tienen en común que son personajes de ficción, pero hoy traemos un interesante artículo sobre un detective real, apasionado por las novelas, autor de prestigio y un excelente profesional.
La revista digital "Semilla Negra", publicada en la web de la Librería Cosecha Negra, publicó en su número 8 una entrevista con Rafael Guerrero, Director de Agency World, en calidad de escritor de novela negra.
Publicado por Agency World el 06.11.2023
Detectives privados Madrid
Dicen que no hay lector más correoso que un escritor. Curtido en la tarea de coser letras no puede evitar percibir los hilos y las puntadas mal urdidas por su colega y, por ende, las suyas, con efecto retroactivo y sin posibilidad de enmienda. Dando por válida esa premisa universal deduzco que, no hay público más difícil para la novela negra que el de los detectives privados reales con ínfulas literarias. Y ése es mi caso. Desde hace más de treinta años desempeño labores varias de investigación, y desde hace bastantes menos escribo libros de ficción basados en casos resueltos por un personaje que es a la vez persona y autor. El colmo.
Quizá por ese doble agravante, o a pesar de él, reconozco sentir admiración y respeto por todas las novelas en las que el personaje es un detective privado, destacando el personaje creado por Manuel Vázquez Montalbán. Por la verosimilitud de su antihéroe, por la credibilidad de sus historias, por la honestidad de sus opiniones y percepciones, coincidan o no con las mías. Pepe Carvalho no huele a tinta, y salvando las distancias, épocas y experiencias, salvando la línea que separa el papel de la calle, poco me cuesta suscribir frases que salieron de su boca como si fueran mías.
Los detectives privados somos los termómetros de la moral establecida.
También me admiró el talento que tenía Agatha Christie para componer los personajes de sus tramas. Los buenos y los malos. Y en especial Poirot, que a la postre sería el protagonista de varias novelas, sagas y relatos que cautivaron a millones de letraheridos criminófilos no solo en sus países de origen y en su lengua materna sino en cualquier lugar a donde llegase una buena traducción o una digna adaptación cinematográfica, televisiva o teatral. Un detective, profesional y narrativamente eficaz y atractivo, verosímil aun siendo raras avis en los medios en que se desenvuelve (el de las propias historias y el editorial), alejado de arquetipos facilones, contextos manidos o conflictos de chichinabo. Es único sin estridencias, sus efectos especiales empiezan y terminan en una mirada perpleja y en un cerebro amueblado con gusto. Alumbrado y desarrollado por una brillante autora del siglo XX que en vez de preocuparse de las formas imperantes lo hizo por dotarlo de inteligencia.
Pero lo que más me gustaría es parecerme a a mi compadre Juan Madrid, en Malasaña, en Esparteros, en sus relatos, en su compromiso con la novela negra, con lo negro en realidad. Con la realidad, al fin y al cabo, porque para Toni Romano la memoria es una invención, como el futuro. De ahí que sus últimas apariciones suenen a leyenda del que desea marcharse y desea quedarse. Es, además, uno de los antihéroes más sólido de la narrativa española de género, un claro ejemplo de que envejecer en esta profesión desgasta más que envejecer en la vida. El individualismo en el que se curtió ya no juega a su favor; ante las bandas criminales organizadas y encorbatadas el ímpetu de lobo solitario se torna en poco más que gimoteo de perro apaleado. Con la honradez en los bolsillos apenas logra sobrevivir, no es competitivo, no se forra, no consume, no sirve al sistema y el sistema le pega donde más duele.
Todos estos personajes conforman un mundo de narrativa que se puede llamar negra, policial, detectivesca o lo que se les ocurra a los expertos en marketing, pero no deja de ser nada menos que literatura, y en ella deberían primar la calidad, la propuesta solvente y creíble, la transgresión intelectual, el retrato de paisajes y paisanajes, el espíritu crítico y el enfoque original sin caer en los estériles debates de trincheras, números y egos. Para eso ya se presta la sucia realidad, el verdadero noir.
Rafael Guerrero es un destacado exponente dentro de la novela negra actual en lo que se denomina “auto ficción”. Detective Privado con más de 25 años de trayectoria, Experto en Investigación Internacional, Criminólogo y Experto en Servicios de Inteligencia. Es Director de Agency World.
Ha participado en diferentes programas de televisión sobre temática detectives catalanes como "Equipo de Investigación" de La Sexta, "Las mañanas" de TVE, "Tras la Pista"de Telemadrid y “DETECTIVES” del canal Crimen & Investigación.
The World of Detectives in Literature
The world of detectives in literature is, without a doubt, exciting. Who has not wished to be a character like Sherlock Holmes or Poirot or Miss Marple? All of them have in common that they are fictional characters, but today we bring an interesting article about a real detective, passionate about novels, prestigious author and an excellent professional.
The digital magazine "Semilla Negra", published on the website of the Librería Cosecha Negra, published in its number 8 an interview with Rafael Guerrero, Director of Agency World, as a writer of crime novels.
Posted by Agency World on 06.11.2023
Private detectives Madrid
It is said that there is no reader more hard-hearted than a writer. Tanned in the task of stitching letters, he cannot avoid perceiving the threads and stitches poorly woven by his colleague and, therefore, his own, with retroactive effect and without the possibility of amendment. Taking this universal premise as valid, I deduce that there is no more difficult audience for crime novels than that of real private detectives with literary pretensions. And that is my case. For more than thirty years I have been working as an investigator, and for quite a few years I have been writing fiction books based on cases solved by a character who is both a person and an author. That's the last straw.
Perhaps because of this double aggravating factor, or in spite of it, I recognize that I feel admiration and respect for all the novels in which the character is a private detective, especially the character created by Manuel Vázquez Montalbán. For the verisimilitude of his antihero, for the credibility of his stories, for the honesty of his opinions and perceptions, whether they coincide with mine or not. Pepe Carvalho does not smell of ink, and saving the distances, times and experiences, saving the line that separates the paper from the street, I have little difficulty in subscribing to phrases that came out of his mouth as if they were my own.
Private detectives are the thermometers of established morality.
I also admired Agatha Christie's talent for composing the characters in her plots. The good guys and the bad guys. And especially Poirot, who in the end would be the protagonist of several novels, sagas and stories that captivated millions of criminophile readers not only in their countries of origin and in their mother tongue but wherever a good translation or a worthy film, television or theatrical adaptation reached. A detective, professionally and narratively effective and attractive, plausible even though he is a rarity in the media in which he operates (the stories themselves and the editorial), far from facile archetypes, hackneyed contexts or tawdry conflicts. It is unique without stridency, its special effects begin and end with a perplexed look and a tastefully furnished brain. Enlightened and developed by a brilliant twentieth-century author who, instead of worrying about the prevailing forms, did it by providing it with intelligence.
But what I would most like is to resemble my compadre Juan Madrid, in Malasaña, in Esparteros, in his stories, in his commitment to the crime novel, to the black in reality. With reality, after all, because for Toni Romano memory is an invention, like the future. That is why his last appearances sound like the legend of the one who wants to leave and wants to stay. He is also one of the most solid anti-heroes of the Spanish genre narrative, a clear example of the fact that growing old in this profession wears out more than growing old in life. The individualism in which he grew up no longer plays in his favor; in the face of organized and corseted criminal gangs, the impetus of a lone wolf turns into little more than the whimper of a beaten dog. With honesty in his pockets he barely manages to survive, he is not competitive, he does not make money, he does not consume, he does not serve the system and the system hits him where it hurts the most.
All these characters make up a world of narrative that can be called noir, police, detective or whatever comes to mind to marketing experts, but it is nothing less than literature, and in it quality, a solvent and credible proposal, intellectual transgression, portrayal of landscapes and landscapes, critical spirit and original approach should prevail without falling into the sterile debates of trenches, numbers and egos. That is what the dirty reality, the true noir, lends itself to.
Rafael Guerrero is an outstanding exponent within the current crime novel in what is called "auto fiction". Private Detective with more than 25 years of experience, Expert in International Investigation, Criminologist and Expert in Intelligence Services.
He is Director of Agency World.
He has participated in different television programs on the subject of criminal detectives such as "Equipo de Investigación" of La Sexta, "Las mañanas" of TVE, "Tras la Pista" of Telemadrid and "DETECTIVES" of the channel Crimen & Investigación.